Hasta la mitad del libro no parece que estuviéramos leyendo
una novela negra, sino un drama, así que si está buscando una lectura más ágil
se sentirá decepcionado. Pero a partir de la mitad del libro asume el
protagonismo definitivo Vivien Light (y no Leigh como la actriz protagonista de
Lo que el viento se llevó), la joven y, por supuesto, atractiva detective que
debe investigar el descubrimiento de un cadáver entre las vigas de un edificio
que está por ser demolido. El romance entre la detective y el díscolo heredero
de un millonario que aspira a ser un periodista reconocido para saldar sus
deudas, no resulta muy verosímil ni
dentro del ambiente novelesco. El paso de la narración en tercera persona a la
narración en primera persona en el último capítulo tampoco queda muy clara, así
como tampoco la transformación de uno de los personajes “buenos” e inofensivos
en el frío y calculador asesino de masas de doble personalidad… pero, en fin…
Leíble.
Nacido en 1950, el polifacético Giorgio Faletti es un artista italiano (cantante, poeta, compositor, escritor, actor y comediante…) que se dio a conocer como novelista en el año 2002 al publicar una exitosa primera novela, Yo mato. Yo soy Dios es una novela criminal del año 2010 que, según los críticos, no está a la altura de esa primera obra. Si alguno de ustedes se atreve a confirmarlo leyendo ambas, me cuenta. Creo que yo no correré el riesgo.
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