Cultural
Con George R. R. Martin
Héroes que son personas
Alberto Rojas Moscoso
HACE ALGUNOS meses, la prestigiosa revista Foreign Policy sorprendió a sus
lectores al asegurar que Juego de tronos, la exitosa serie de libros de fantasía
épica del estadounidense George R. R. Martin, era una de las mejores formas de
comprender el complejo mundo de las relaciones internacionales contemporáneas.
Su obra, una fantasía medieval con toques fantásticos -que en julio pasado sumó
su quinto título- destila luchas de poder, traiciones y batallas brutales entre
diferentes familias en conflicto, en el continente de Westeros.
"Siempre fue mi intención combinar fantasía con ficción histórica, que es
mucho más realista que la fantasía. Si uno va a escribir sobre la guerra, debe
mostrar toda esa violencia en forma gráfica", asegura Martin, con voz grave y
pausada, al otro extremo de la línea telefónica, en Santa Fe (Nuevo México).
Ha sido incluido entre las 100 personas más influyentes del mundo en 2011 por
la revista Time, distinción que se suma a los premios obtenidos por sus libros.
Canción de hielo y fuego ha vendido más de 20 millones de ejemplares en todo el
mundo y está traducida a 30 idiomas. Se han ido elogiando cada una de sus
voluminosas entregas: Juego de tronos, Choque de reyes, Tormenta de espadas,
Festín de cuervos y Danza de dragones. La serie completa incluirá siete títulos.
La historia ocurre en el mundo de los Siete Reinos, donde las estaciones
duran años y no meses, y la magia parece olvidada. Pero también es la epopeya de
los hombres y mujeres de la Casa Stark, que se verán atrapados en las
conspiraciones de la Casa Lannister y los intentos de la Casa Targaryen por
recobrar el preciado Trono de Hierro.
EL PELIGRO DE LA MAGIA.
-¿Por qué cree que Canción de hielo y fuego ha fascinado a tantos lectores en
el mundo? ¿Qué encuentran en sus libros?
-Pienso que no soy la persona más adecuada para responder esa pregunta; mis
lectores pueden saberlo mejor. Pero ciertamente debe ser lo que intento
entregarles: una historia épica, una trama compleja, con giros y sorpresas. Un
amplio conjunto de personajes con los cuales involucrarse, y a los que puedan
amar u odiar. Yo trato de escribir libros porque disfruto la lectura, como la
mayoría de los escritores. Y al parecer, mucha gente allá afuera también
disfruta leer este tipo de libros.
-¿Y cómo evolucionó esta historia tan larga y compleja?
-Comencé precisamente hace 20 años, en 1991, escribiendo el primer libro. Y
entonces no tenía idea de lo largo, complejo y épico que se volvería. De hecho,
estaba trabajando en otro libro y lo dejé de lado para escribir un capítulo y
luego otro y otro. Pensando en Tolkien, la trilogía de El señor de los anillos
es la secuela de El Hobbit, que es sólo un libro. Y lo mismo me pasó a mí:
comencé a trabajar con una idea, una historia que quería contar, luego fueron
apareciendo los personajes, cobraron vida y se fueron introduciendo más
complicaciones y ramificaciones. De esa forma la historia se fue alargando.
Actualmente estamos hablando de siete libros, de los cuales cinco ya se han
publicado y restan dos, que espero sean un final muy potente. En todo caso, es
importante recordar que Canción de hielo y fuego es una sola gran historia,
gigante, una meganovela.
-Usted ha construido una saga épica y fantástica de proporciones, pero al
mismo tiempo eligió que en su obra la magia tuviera una presencia muy limitada.
-Sí, es verdad. Yo siempre he sentido que la magia necesita manejarse con
mucho cuidado. Si revisas El señor de los anillos, que es la mayor obra de
fantasía y estableció el género tal como lo conocemos hoy, La Tierra Media tiene
magia, pero es muy sutil. Por ejemplo, Gandalf es un hechicero, pero no lo ves
haciendo conjuros todo el tiempo. Y cuando enfrenta a un enemigo, toma una
espada y lucha como cualquier otro hombre. Tolkien sabía lo que estaba haciendo.
La magia pierde mucho de su poder si se usa demasiado. Pienso que tienes que
mantenerla en el misterio y elegir con cuidado dónde la usas. Probablemente crea
más problemas de los que soluciona. No me gusta resolver las situaciones así,
con un protagonista en problemas que recita un conjuro o encuentra algún
artefacto mágico. Yo quiero que mis héroes enfrenten los problemas tal como lo
hacen las personas en la vida real, cuando tienen dificultades o deben tomar
decisiones complejas: usando su fortaleza, inteligencia y coraje para encarar
sus dificultades. No siendo salvados por un dios o por conjuros mágicos.
-En ese contexto, uno de los pocos elementos mágicos de su mundo son los
dragones.
-Efectivamente, los dragones probablemente son una de las pocas expresiones
mágicas en mis libros. Pero crean más problemas de los que resuelven. Los
dragones tienen mucho poder, son difíciles de controlar, generan envidias. Son
una situación compleja.
-Parecen armas de destrucción masiva.
-Exactamente.
-En todo caso, su saga no se podría definir como el choque entre el bien y el
mal, sino acerca del caos generado por la lucha por el poder en Westeros.
-Es la lucha entre el bien y el mal en alguna medida, pero la verdadera lucha
se libra en el corazón de las personas. Si observas el mundo real, no verás
personas malvadas con ropas oscuras o apariencias horrorosas. No es tan simple.
La vida es mucho más compleja, la mayoría de las personas tienen la capacidad de
hacer el bien y el mal. Puedes ser un héroe un día y al siguiente un villano,
mezclamos buenos actos con malos actos. He descubierto que los grandes
personajes se definen por su humanidad. En efecto, todos podemos ser buenos o
malos y eso nos hace personas más interesantes.
Construyendo un mundo.
-¿Cómo es su rutina al escribir?
-Generalmente me levanto en la mañana, tomo mi café y reviso el correo
electrónico durante una hora o algo así. Entonces abro mis archivos y comienzo a
trabajar. Lo primero que hago es volver a leer lo que escribí el día anterior,
lo que me permite hacer una revisión. Pero al mismo tiempo me lleva dentro de
ese mundo y puedo escuchar las voces de los personajes. Sólo entonces comienzo
con el nuevo material. En todo caso, no escribo para cumplir horarios, como
empezar todos los días a las 10 y terminar a las 4. Algunos días son muy buenos,
en los que estoy completamente inmerso en la historia. Otros son un desastre: no
puedo entrar en el libro, leo lo que escribí el día anterior y lo odio, escribo
durante algunas horas y no me gusta lo que hago, así que termino revisando mi
correo electrónico de nuevo.
-Y en este momento está escribiendo el sexto libro, The Winds of Winter.
-Bueno, estuve escribiendo varias cosas hasta fines del año pasado. Tuve
otros proyectos, algunos relatos cortos. Pero también he estado trabajando en
una guía llamada El mundo de hielo y fuego, que describe la historia, geografía
y cultura de este mundo. Terminado eso, retomo The Winds of Winter durante
enero.
-Considerando que le tomó más de cinco años escribir su quinto libro, Danza
de dragones (2011), muchos lectores querrían saber cuánto lleva escrito del
sexto.
-Unas doscientas páginas.
-Y obviamente no podría decir cuándo lo terminará.
-No, ya no hago más predicciones. Lo he hecho en el pasado y la gente se
molesta y desilusiona cuando el libro no está listo en la fecha prometida. Así
que no haré más estimaciones; estará listo cuando esté listo. Estoy trabajando
en él, lo terminaré y es todo lo que puedo decir.
-¿Cree que tal vez necesite un octavo volumen para culminar esta historia
épica?
-Bueno, espero que no. Mi plan eran siete libros. Obviamente comencé con
tres, creció a cuatro, y cada vez se vuelven más y más grandes. Pero en este
momento, mientras conversamos, mi objetivo sigue siendo completar la saga en
siete libros.
-¿Y tiene absolutamente clara la forma en que terminará todo?
-Yo sé cómo va a terminar. Tengo claro mi objetivo, así como el destino de
cada uno de los personajes. Pero no es que yo diga que no habrá ajustes en el
camino. Sería como conducir desde Nuevo México hasta Chile. Podría tomar una
mapa y decir "tomaré estas rutas, me detendré en estas ciudades y luego seguiré
por estos caminos", pero no sé qué eventos me podrían ocurrir durante el viaje o
lo que voy a comer la tercera noche. Esos son los detalles del viaje que uno
encuentra al escribir y que son parte del trabajo del escritor. Es lo que hace
el proceso (de escribir) tan agradable. Sé el destino final, conozco los medios
y lo que queda por descubrir. Por eso escribo estos libros.
-Entonces debe existir algo así como una "Biblia" de la saga...
-Sí, hay algo parecido. Obviamente tengo apuntes acerca de lo que va a
ocurrir, genealogías y mapas. Pero la mayoría de eso está en mi cabeza.
-La cantidad de personajes de su saga es enorme. ¿Tiene alguno favorito?
-Sí, Tyrion Lannister es mi personaje favorito (hermano de la reina que suple
su falta de estatura con su inteligencia). Yo amo a muchos de mis personajes,
escribo desde diferentes puntos de vista y es difícil no tener alguno favorito.
Pero Tyrion es uno de ellos, es el más especial para mí.
-¿Y si pudiera convertirse en alguno de ellos?
-(Ríe a carcajadas). Eso sería difícil, no lo sé... Supongo que sería Tyrion
de nuevo.
Regreso a la TV. Si la saga ya era conocida a través de sus libros, el año
pasado, con la adaptación televisiva de Juego de tronos, su globalización se vio
asegurada. Un proceso en el que Martin ha participado activamente, ya que
escribió el episodio 8 de la primera temporada y el 9 de la segunda. El regreso
a un mundo que él conoce bien, ya que fue guionista de La dimensión desconocida
y La bella y la bestia.
-Hablemos de la adaptación de HBO. ¿Está satisfecho con ella?
-Sí, estoy muy contento con ella. Han hecho un trabajo fantástico, la serie
es impresionante. Frecuentemente, cuando uno trabaja con Hollywood, tienes
personas que hacen muchísimos cambios, lo que no es bueno. Este no es el caso.
Ellos estuvieron determinados a tomar mi historia y adaptarla a otro formato, no
a cambiarla. Claro, me habría gustado tener más tiempo. Hicimos la primera
temporada en diez horas (episodios) y la segunda temporada (basada en Choque de
reyes) también serán diez. Me habría gustado que hubiesen sido 12 o 13
episodios, como otras series de HBO, pero creo que hicieron un trabajo estupendo
en diez horas.
-Pero no creo que su tercer libro, Tormenta de espadas, pueda resumirse sólo
en diez episodios. La edición original (tapa dura) tenía casi mil páginas.
-Claramente Tormenta de espadas no puede ser contado en diez capítulos, así
que probablemente estemos hablando de hacerla en dos temporadas, con un total de
veinte episodios.
-¿Qué clase de fantasía lee el autor de Juego de tronos?
-Ciertamente he leído todos los clásicos de fantasía. Leí a Tolkien cuando
era más joven. Los libros de Robert E. Howard como Conan el Bárbaro, pero
también otras series de él, como Solomon Kane y Kull. También leí de Fritz
Leiber toda su magnífica serie de Fafhrd y el ratonero gris. Jack Vance (autor
de las series La tierra moribunda y Los príncipes demonio) sigue siendo uno de
mis escritores favoritos, un gigante de la fantasía y la ciencia ficción. De
hecho participé de un libro de homenaje a él, titulado Canciones de la Tierra
moribunda. Y de los nuevos, yo mencionaría a Daniel Abraham con su último libro
The Dragon`s Path, a Joe Abercrombie (La mejor venganza) y a Scott Lynch (autor
de la serie Gentleman Bastard).
-¿Y cómo imagina su saga a futuro?
-Imagino que todo autor desea pensar que será leído por mucho tiempo, pero
nadie sabe lo que pueda ocurrir en el futuro. Espero que estas historias
(Canción de hielo y fuego) permanezcan, ya sea como libros, en la serie de HBO o
en cómic. Las grandes historias trascienden los medios y se vuelven parte de
nuestra cultura. Y eso sería como un sueño para mi saga. Pero para entonces, yo
ya habré partido hace mucho (ríe).
(en El Mercurio, GDA)
El "Tolkien estadounidense"
-En 2005 el escritor Lev Grossman, al reseñar Festín de cuervos para la
revista Time, a usted lo definió como "el Tolkien estadounidense". ¿Qué
semejanzas y diferencias ve entre la obra de Tolkien y la suya?
-Bueno, ya sólo que me comparen con Tolkien es un gran cumplido. Los dos
escribimos fantasía épica y diría que ambos lo hemos hecho bien (ríe). Me gusta
el trabajo de Tolkien, de hecho hace un par de años releí El señor de los
anillos. Pero a los fans de Tolkien que lo busquen en mis libros, bueno... no
les van a gustar; yo hago algo muy distinto. Los dos somos producto de nuestras
épocas. Tolkien es un hombre que nació en el siglo XIX, sirvió en la Primera
Guerra Mundial, era un académico y un gran lingüista, y eso se reflejó en su
trabajo. Por otro lado, yo vengo de Bayonne, New Jersey, soy un "baby boomer"
nacido en 1948, me opuse a la guerra de Vietnam, viví los años 60 y eso se
reflejó en mi trabajo. Así que en ese sentido, soy muy diferente de Tolkien,
pero no significa que no haya una influencia suya en mis libros.
-¿Y cuál es el personaje que más destacaría de El señor de los anillos?
-Yo diría que Boromir es mi personaje favorito, porque es valiente. Me gustan
los personajes valientes. Boromir está lleno de heroísmo, hace lo mejor para su
gente, pero al mismo tiempo es corrompido por el anillo.
Publicado en: El País Cultural del 27 de mayo de 2012