Confieso que luego de encontrarme con tantas
adolescentes suspirantes, ingenuas y con las hormonas sulfuradas creí que estaba
volviendo a la época en que mi abuela dejaba quemar la comida en la olla por
estar leyendo novelas de Corín Tellado*, donde todas las historias de amor
tienen final feliz, la protagonista es virgen y, como me recordó una amiga hace
poco en una cómica hipérbole: “el beso se da al final”. Por eso fue tan agradable
leer a Charlaine Harris con su extraña protagonista de nombre que suena a
actriz de película porno, la camarera telépata Sookie Stackhouse, y el relato
de sus experiencias sexuales. Como otras de su género (Crepúsculo de Stephenie Meyer, Ciudad de Huesos de Cassandra Clare, Fallen de Lauren Kate…), está narrada en primera persona desde el
punto de vista de la protagonista, que tiene la pizca necesaria de inteligencia
para enamorarse del único chico guapo y con poderes sobrenaturales que, para
suerte (o milagro inexplicable) de la protagonista, también cae rendido a sus
pies. A diferencia de novelas similares (Muerto
hasta el anochecer fue publicado en 2001, Crepúsculo en el 2005 y Fallen
en el 2009, por ejemplo), Sookie es una mujer adulta (aunque para no huir de las reglas del género también
virgen) que se reconoce poco inteligente y con un don que cataloga como
incapacidad. Total que no sabes si estás leyendo una novela romántica, de tema
policial o sobrenatural. Pero creo que esa es la idea actual, ¿no? Abarcar un
número mayor de lectores en una época en la que todo se fabrica en serie, hasta
las novelas. Sorprendente no es que Charlaine Harris haya escrito once libros
de su serie sobre Sookie,su serie más exitosa, sino que haya más personas escribiendo sobre los
mismos temas y que haya un grupo aún más extenso de lectores dispuesto a
leerlas. O sea que, más que con necesidad de hermosas historias de amor,
estamos necesitando sentirnos especiales y enamorarnos de personas que nos
retribuyan y que tengan características aún más especiales…, o sea, que aún
necesitamos y mucho, ejercer nuestro derecho a soñar a través de los sueños que
tenemos en común con los demás. ¿En qué nos distinguimos, entonces, las mujeres
(jóvenes o no tanto) actuales de nuestras abuelas?
Muerto hasta el anochecer recibió una adaptación en
la serie de televisión True Blood (Sangre Verdadera) para HBO creada por Allan
Ball y estrenada en 2008.
*
Nombre por el que es conocida María del Socorro
Tellado López (1927-2009), la escritora española de novelas románticas más
leída después de Miguel de Cervantes.
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