Tumba
a la vista (Grave Sighs) es el primer libro de la última serie escrita por
Charlaine Harris, escritora norteamericana nacida en 1951 y autora de la serie de novelas Southern Vampire Mysteries en la que se basa la serie de televisión True Blood. La protagonista, Harper Connelly llega al pueblo acompañada de su hermano,
Tolliver Lang. Ha sido contratada para investigar la desaparición de la novia del
hijo de una rica viuda, Sybil Teague. El muchacho fue encontrado muerto y se sospecha que asesinó a su novia y luego
se suicidó, por lo que su madre quiere saber la verdad. Pero Harper y
Tolliver no son una pareja de detectives comunes: la muchacha de veinticuatro años tiene un don, una
especie de “olfato” especial (ella lo describe como un zumbido a medida que se
acerca al cuerpo) para encontrar cadáveres y para "ver" lo que les causó
la muerte.
Hasta aquí, la clásica trama
de este tipo de novelas criminales, pero con el agregado del elemento sobrenatural y de algunos detalles
que vuelven a la novela interesante: la relación de dependencia entre los hermanos,
la forma como Harper ve el mundo desde su extraño don (desarrollado luego de
haber sobrevivido a la caída de un rayo), las relaciones que los hermanos
establecen con las parejas sexuales que
conocen en la ciudad, sus recuerdos de infancia
(son hermanastros, en realidad, criados por padres alcohólicos y fruto
de sus matrimonios anteriores). Pero el lector no corre el riesgo de perder el hilo de la trama y, a
diferencia de Muerto hasta el anochecer, esta novela carece de las
descripciones detalladas y entusiastas sobre las aventuras sexuales de su
protagonista. Si esto le agrega o le quita interés es algo que cada lector debe
decidir por sí mismo.
A mí me resultó agradable de leer y entretenida, aunque
adolece del defecto de las novelas de su género que están tan de moda: su superficialidad.
Para llevársela a la playa sin demasiadas expectativas y disfrutarla sin temor
a olvidarla luego.
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