lunes, 23 de enero de 2012

Sobre la Ley SOPA

      En los días que corren son muchos los escritores que han visto la necesidad de dejar registrada su opinión sobre este proyecto de ley (SOPA, por su sigla en inglés Stop Online Piracy Act) que está causando tanta controversia. Es el caso de Arturo Pérez-Reverte en un artículo que acabo de leer disponible en su página web oficial, Sobre libros, cañas y tapas. Aunque la discusión sobre el tema derechos de autor no es nueva, sí ha tomado un nuevo cariz cuando afectó a los miles de usuarios y lectores online, así como a las grandes empresas que brindan estos servicios. Era fácilmente predecible, por lo que trato de mantenerme al tanto sin obsesionarme: dependo de la web para divulgar mi obra, a mí no me publica ninguna editorial de renombre ni tengo el dinero necesario para publicar por mi cuenta. No me mueven objetivos económicos, pero no soy una escritora famosa, así que soy sospechosa al afirmarlo. ¿Pensaría de forma diferente si lo fuera? Es poco probable porque, como dije, a mi trabajo no lo sostienen motivos financieros. Como lectora, sigo comprando libros siempre que puedo, y también cuando no puedo, lo saben bien los amigos que comparten mi biblioteca y a la vez me brindan la suya. Pero también accedo a todo lo que encuentro online y no dejé de comprar libros por eso, de hecho, los prefiero a las ediciones virtuales, llenas de errores de ortografía, tipografía y traducción. Pero lo que sucede es que sí, los libros a los que podemos acceder en las escasas librerías de ciudad chica son las últimas ediciones con éxito de venta, o sea, los caros (eso incluye el último libro de Pérez-Reverte que vi en un estante del supermercado pero cuesta prohibitivos 480 pesos). Eso cuando puedes acceder a ellos, porque para rastrear algunas de estas ediciones hay que ir a Montevideo y recorrer innúmeras ferias y librerías, lo que no podemos hacer todos. Lo que me pregunto cada vez que contemplo cada una de las partes en este debate es qué están defendiendo realmente: ¿los derechos de autor, la propiedad intelectual, la libre circulación de la información y la cultura, o sus bolsillos? Y no sé por qué, no logro llegar a una conclusión...

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