miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sobre La Momia o Ramsés el Maldito de Anne Rice

    Es el libro que más me ha costado leer de los que me he comprado este año y, aunque no lo compré con grandes expectativas, lo cierto es que esperaba más, mucho más de la dama oscura del horror. Había leído con anterioridad El Ladrón de Cuerpos (pesada pero que te deja un gusto acre en la boca concluida la lectura), la clásica Entrevista con el Vampiro que no me impresionó lo más mínimo, La Fiesta de Todos los Santos (novela histórica que no concluí de puro aburrimiento), Taltos y La Hora de las Brujas, la única digna de mencionar y que recomiendo a quien quiera ingresar en el mundo de la autora por la puerta grande. Es imposible leerla y permanecer incólume. En cambio, La Momia, parece un accidente de esos que provocan contratos que exigen que los escritores de bestsellers escriban un libro nuevo por año, al menos.
    Desde el inicio de la lectura noté la poca profundidad de los personajes y la ligereza de los diálogos, luego noté el ritmo de la trama, al estilo las novelitas Bianca y Sabrina que aún se venden por ahí y que leí mucho en mi adolescencia a falta de plata y posibilidades de acceder a algo mejor. Cuando allá por la mitad del libro descubres que la protagonista va a tener su primera noche de amor con Ramsés, y, oh, sorpresa, resulta que es virgen, pensé qué hago con el libro, lo tiro a la basura o lo uso como papel higiénico... Pero la valiente e infatigable lectora que hay en mí contraargumentó: tiene que mejorar en algún momento y comenzar el relato de horror que promete el argumento de la contratapa. Un poquito más de esfuerzo, un poquito más... y mejoró... algo... allá por la página 342 (de 565), cuando Ramsés, el inmortal, no conforme con su amante humana, la delicada y de buena cuna Julie, decide despertar la momia de su querida Cleopatra, el amor de su vida que nunca olvidó. Y todo se derrumba cuando la momia resuscitada comienza a matar a todo ser humano que la molesta de alguna manera, tal como uno revienta las moscas que se le posan de vez en cuando... Aún así, te quedas esperando hasta el final, ese tono de horror que prevalecerá a través de los años y puedes evocar cada vez que ves la tapa del libro, cuando ya has olvidado la trama de la historia... Julie no adquiere nunca la personalidad que justifique que el bello, poderoso, e inmortal Ramsés se enamore tan apasionadamente de ella, ni Ramsés es  tan inteligente después de todo pues no puede controlar sus pasiones. Y nos sobra la bella Cleopatra de cerebro enfermo y corazón destruido, con más personalidad que todos los demás. Termino lectura y no pienso volver a tocar el libro. Una de tantas novelas archivadas por si algún día un lector extraño se apiada de ella y puede ver en sus páginas lo que yo no vi. 

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